domingo, 14 de octubre de 2018

Un disco metálico para un disco olímpico: la primera moneda conmemorativa en euros y por qué se acuñó


La historia de los juegos olímpicos, como los conocemos hoy en día, comenzó con los primeros juegos modernos celebrados en Atenas en 1896, en un intento del Barón Pierre de Coubertin por enlazarlos con la cuna del olimpismo de milenios previos tras la prohibición de los juegos por el emperador Teodosio I de los romanos. Casi cien años después, en 1990, Atenas había presentado su candidatura para ser la anfitriona de los juegos olímpicos de 1996 (que marcaban el centenario de los nuevos juegos), aunque estos, tras una polémica votación fueron finalmente asignados a la candidatura de Atlanta, decisión basada sobre todo en su capacidad económica y en la rotación continental que intenta llevar el Comité Olímpico Internacional (los juegos de 1992 habían sido en Barcelona, España). Tras este revés, en 1997 Atenas volvió a presentar candidatura para los primeros juegos de verano del siglo XXI (los del año 2004) para los que finalmente fue elegida tras superar a Roma por 25 puntos.
Por otra parte en 2002 comenzó a circular el euro (tras tres años como moneda de cambio) en doce estados pertenecientes a la Unión Europea. Grecia había confirmado su adhesión a la moneda única en 2001 y un año después fue parte de esos doce países. Los diseños de las monedas seguían unos parámetros estrictos que en 2003 fueron modificados por la Comisión Europea para permitir la acuñación de monedas conmemorativas de eventos relevantes para el conjunto de la Unión. Gracias a esta modificación, Grecia pudo acuñar la primera moneda conmemorativa de dos euros que entró en circulación en el año 2004.
Si bien la moneda conserva las características físicas de todas las monedas de dos euros (que es la única que puede ser usada para este fin) su anverso muestra un motivo distinto al de la moneda de circulación normal de Grecia. Se usó una imagen del "Discóbolo" de Mirón de Eléuteras, una escultura considerada una obra magnífica y de la que no conservamos el original de bronce sino múltiples copias hechas en siglos posteriores por distintos autores.

Discóbolo Townley (copia del original de Mirón) en 2009 
expuesto en el Museo Arqueológico de Alicante.
Copy of Myron DorieoDiscobolo 1, marked as public domain, 
more details on Wikimedia Commons
Para el diseño de esta moneda se usó específicamente el discóbolo Townley que fue descubierto, sin cabeza, en la Villa de Adriano cerca de Tívoli en el año 1791 y un año después fue adquirido por el anticuario británico Thomas Jenkins quien lo vendió al coleccionista Charles Townley en 1794. Al comprarlo este último la estatua ya tenía cabeza porque había sido restaurada con una que había sido encontrada cerca del torso. Sin embargo Richard Payne Knight, arqueólogo, evaluó la obra y notó que la cabeza había sido mal recolocada al dirigir la cara en una dirección distinta a la que mostraba el Discóbolo Lancelotti propiedad de la familia Massimo excavado unos años antes (y que fue el primero en ser descubierto). A la muerte de Townley, en 1805, la estatua fue adquirida, junto con otras de su colección, por el Museo Británico donde se conserva actualmente en exposición permanente (con préstamos puntuales a otros museos). A día de hoy, para los arqueólogos es evidente que la cabeza no forma parte de la misma pieza que el resto de la estatua pero si que está hecha del mismo mármol más o menos en la misma época.
El diseño de la moneda, y su creación, estuvieron a cargo del artista Panagiotis Gravvalos (conocido por su implicación con varios museos griegos y por diseñar algunas estampillas merecedoras de premios internacionales de diseño) quien además diseñó el nuevo anverso de las medallas olímpicas desde esa edición de los juegos, aún en uso. El modelo en yeso fue hecho por el grabador Konstantinos Kazakos quien también estuvo relacionado con el resto de monedas de colección emitidas para la ocasión.
Es llamativo que se haya escogido para la moneda el ejemplar con la cabeza en dirección errónea, sobre todo teniendo en cuenta que la otra copia completa es la que está conservada en el Museo Nacional Romano y que tiene la cabeza en una posición considerada “correcta”. Quizás la razón de no usar esta copia es el hecho de que en el año 1938 fue comprada por el gobierno del Imperio Alemán (con Adolf Hitler como líder), expuesta en la Gliptoteca de Múnich y posteriormente devuelta en 1948.
De la moneda se emitieron aproximadamente 35 millones de copias de los 50 millones inicialmente previstos y, a 2018, se la puede encontrar a la venta en alrededor de seis a ocho euros en distintas tiendas especializadas.
Sea como sea, Grecia no lideró ese año el medallero aunque si logró el mayor número de medallas en una edición de los juegos desde 1896, con 16 medallas en total (seis de oro, seis de plata y cuatro de bronce) siendo una de las de oro la primera obtenida en clavado gracias a la actuación de Thomas Bimis y Nikolaos Siranidis en la disciplina de clavado sincronizado masculino desde tres metros. Además se dio la coincidencia de que el judoka griego Ilias Iliadis, que ganó oro en la categoría de hombres de menos de 81 kg, era primo del judoka georgiano Zurab Zvidauri que ganó oro en la categoría de hombres de menos de 90 kg. Por otra parte se corrigió el anverso de las medallas tras 76 años de malestar griego por la representación del Coliseo romano en el mismo desde la edición de Ámsterdam en 1928.
En mi opinión es una moneda digna de pertenecer a la colección de monedas de dos euros porque su diseño recoge muy bien el espíritu de los juegos olímpicos. Sin embargo, si debo ponerle un “pero”, lo hago a la inscripción “ATHENS 2004” que es claramente comercial al escribir en inglés algo que bien podría estar escrito en griego. Obviando este detalle, es una moneda europeísta y agradable para la numismática.

Para más información de los discóbolos pueden revisar los siguientes enlaces:
Línea Serpintinata: MIRÓN, "Discóbolo"
La libreta de Irma: El discóbolo y la orgía de oro

Para más información sobre el valor numismático de esta moneda y su relación con otras similares:
Numismática Visual: La primera moneda de 2 euros conmemorativa

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